Un poco de historia...

Mi nombre es Belén Rey Jorge y soy la veterinaria especialista en Rehabilitación y Fisioterapia Animal encargada de RehabilitaVet.

Comencé mis estudios de veterinaria en la Universidad de Santiago de Compostela en el año 2002, ya que desde pequeña soñaba con dedicarme a proporcionarle una vida mejor a todos los animales que pudiese.

Mientras estaba estudiando incluí un nuevo miembro en mi familia: una chachorra de labrador llamada Neira que pronto se convirtió en mi compañera inseparable. Neira y yo íbamos a todos los sitios juntas, le encantaba ir a pasear, a nadar al río, comer muchísimo como buen labrador... A los siete meses viendo que no andaba muy bien decidí hacerle unas radiografías, que diagnosticaron una displasia grave de caderas y moderada de codo. Después de hablar con varios especialistas e investigar mucho decidí no operarla y probar un tratamiento conservador a base de condroprotectores, mucho ejercicio y otros cuidados.

Tras finalizar mis estudios de veterinaria seguí investigando y se cruzó en mi camino una nueva solución: la fisioterapia para perros. Lo que comenzó como una curiosidad para tratar a mi perra se convirtió en una vocación y en una profesión, en una manera de ayudar a todas esas personas que se encontraban en la misma situación en la que yo me encontraba.

Asi pues cursé mi especialidad en el centro formativo Vetsia en Madrid (Rehabilitación y Fisioterapia para Veterinarios) y posteriormente realicé el curso de certificación internacional de rehabilitadora canina (CCRP, Universidad de Tenesse).

Ahora Neira es un miembro más de RehabilitaVet. Muchos de los clientes la conoceis ya que me ayuda en el día a día de los tratamientos, ya sea acompañándome en casa mientras estudio los casos, probando las nuevas terapias o más activamente tranquilizando a los perros más nerviosos o agresivos durante la terapia. A veces parace que les dice: "Tranquilo, no pasa nada. Tu déjate hacer y todo irá bien", y de pronto los demás se calman.

Con el tiempo he agradecido mil veces que esta oportunidad se cruzase en mi camino, por toda la gente especial y encantadora que conozco y con la que comparto momentos estupendos cada día durante las sesiones. Por todos los perros y gatos (y algún otro animalillo que se me cuela por el camino) que pacientemente dejan que los trate y ayude a poder tener una vida mejor, una vida en la que puedan volver a andar, en la que no tengan dolor, en la que volver a pasear y trotar con sus dueños sea una realidad. Por Neira, que a sus diez años sigue dando guerra como cuando tenía dos, saliendo al monte, bañándose en la playa y jugando con todo aquel que se le ponga por delante.

  A ti y a todos vosotros que confiais en mi día a día....

Gracias.